La nueva canción de la cantante española Rosalia, “Berghain” , representa un cruce de caminos fascinante entre lo íntimo y lo explosivo, donde la cantante junto con Björk y Yves Tumor crean una pieza de transformación personal.
El Contexto Artistico
Esta sencillez forma parte del próximo álbum de Rosalía, titulado LUX, descrito como “un arco emocional de mística femenina, transformación, que se mueve entre la intimidad y escala operística.” El hecho de que esta canción sea una colaboración con Björk (una artista conocida por su experimentación sonora y su poesía) y Yves Tumor marca un salto artístico más conceptual.
Título y Simbolismo
El nombre “Berghain” hace referencia al club famoso de Berlín, lo que sugiere que la canción no solo habla de una experiencia personal sino de un “viaje” hacia un estado de conciencia. Esta canción se interpreta como el viaje introspectivo de una mujer a través del cuerpo, donde lo que eres afuera deja de importar. En este sentido, este club se vuelve en una metáfora de lo que ocurre dentro de una relación absorbente.
Letra y Metafóras Principales
“Yo sé muy bien lo que soy / Ternura pa’l café / Solo soy un terrón de azúcar / Sé que me funde el calor / Sé desaparecer / Cuando tú vienes es cuando me voy.” En el coro de la canción, Rosalía transforma lo cotidiano en un rito : el café y el azúcar se vuelven metáforas donde la dulzura se vuelve amarga, donde amar implica desaparecer. La letra refleja cómo la pasión consume y purifica.
Berghain como el Áltar de Exceso y Purificación
En muchos sentidos, este club representa lo que fue el fuego en ritos antiguos : un lugar de purificación a través del exceso. La letra y el video siguen esa idea. Lo doméstico se transforma en rito. Todo lo cotidiano arde hasta volverse simbólico.
El club alude al movimiento de libertad. La pista, nadie tiene nombre ; todos son cuerpos y pulsos. Rosalía usa eso para hablar de la pérdida de sí misma, y de la necesidad de “desparecer” para poder verse de nuevo.
La triada : Rosalía, Björk y Yves Tumor En Este Universo
Cada colaborador representa una faceta de simbolismo.
Rosalía: Lo terrenal, el cuerpo y el sensorial; el punto de partida humano
Björk: Lo espiritual, lo cósmico, la voz que transciende el ser humano
Yves Tumor: Lo caótico, la obscuridad y el exceso del propio club.
Nombrar la canción “Berghain” es un gesto de honestidad y riesgo. No solo trata de un homenaje hacia este lugar, sino de usarlo como metáfora de un descenso y revelación. Rosalía convierte este lugar en donde el sonido, el cuerpo y la fe se renuevan.




