Interpol logró con “Antics” repetir el éxito alcanzado con su álbum debut.
Post punk revival, tintes melancólicos y atmósferas oscuras son algunos de los elementos que se incluyen en “Antics”, segundo material discográfico de Interpol. La banda conformada (en ese entonces) por Paul Banks en voz y guitarra, Daniel Kessler guitarra, Sam Fogarino en batería y Carlos Dengler en el bajo, se metió al estudio de grabación a principios de 2004, en los Tarquin Studios de Connecticut.
El reto era importante, su álbum debut “Turn on the bright lights”, había impactado de lleno en la escena rockera a nivel mundial, colocando a la banda en una plataforma envidiable para muchos; por ello, había que trabajar a consciencia para poder superar lo logrado con ese primer material y para poder sobrellevar la presión que esto conllevaba; el resultado fue realmente impactante: 10 temas en los que Interpol demuestra que no son una banda cualquiera, sino que son un grupo de altos vuelos.
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El post punk revival es la línea de este disco, las reminiscencias a sonidos de los 80’s son palpables, pero estos sonidos no suenan rancios ni anticuados, ya que Interpol encontró la forma de lograr que el sonido del disco resultara fresco.
En cuanto a las letras del disco, Paul Banks confirmó un estilo para trabajar la lírica de los temas, manejando de forma magistral las metáforas y alegorías, dotando de dramatismo a dichas letras. Los temas que Interpol aborda en este disco van del amor y desamor, a las crisis existenciales.
La música es maravillosa: el trabajo guitarrístico de Daniel y Paul es brutal, dándose un juego ingenioso de riffs, solos y sonidos atmosféricos entre ambos; Sam Fogarino se erige como un baterista de primera línea, creando entrincados y poco convencionales ritmos, que van de lo sutil a lo brutal; el trabajo de Carlos Dengler es simplemente brillante, sus líneas de bajo son increíbles, es de hecho, en la opinión del que escribe, uno de los mejores bajistas de esa primera década del nuevo siglo, y no sólo eso, él se encargó de los teclados y órganos, los cuales ayudan a crear las atmósferas necesarias para cada tema.
Destacan el poderío de “Evil”, el frenesí de “Slow Hands”, la melancolía de “Next exit”, la contundencia de “Not even jail”, el sentimiento de “Public Pervert”, la fuerza de “C’mere”, pero la que se lleva el disco es “A time to be so small”, canción oscura, densa y, a la vez, bella, en la que queda plasmada la esencia de Interpol.
1.- “Next Exit”
2.- “Evil”
3.- “Narc”
4.- “Take You on a Cruise” .
5.- “Slow Hands”
6.- “Not Even Jail”
7.- “Public Pervert”
8.- “C’mere”
9.- “Length of Love”
10.- “A Time to Be So Small”
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