El escritor Xavier Velasco es el autor de un libro de culto dentro de la literatura mexicana: “Una Banda nombrada Caifanes”.
En nuestro país son contados los casos en los que la literatura se enfoca en una banda de rock hecho en México. Aún más extraño resulta que el caso en cuestión haya sido en 1990, época en la que aun no se creía en el rock mexicano, y si a esto le sumamos que la agrupación, Caifanes, tenía escasos 2 años de formada, resulta un caso impensable pero cierto.
Estos aspectos hacen de “Una Banda nombrada Caifanes” un caso particular, pero no es sólo eso lo que llama la atención. Xavier Velasco, hoy escritor consolidado y considerado como uno de los mejores de nuestro país en la actualidad, plasma de manera apasionada el surgimiento de un grupo de rock y el desenfrenado desarrollo alcanzado en 2 años de carrera. Con un lenguaje ingenioso e inteligente, Xavier Velasco narra en 95 páginas cómo 4 personajes se embarcan en ese “tren” llamado rock and roll.
Si bien se abordan aspectos biográficos de los integrantes de Caifanes, este libro parece más bien un ensayo, pero un ensayo cargado de vértigo y adrenalina, el cual de inmediato engancha al lector. Es increíble cómo Xavier Velasco logra hacernos sentir partícipes del relato, el cual abarca obviamente aspectos sobre la dinámica de la banda, pero también cosas personalísimas de Sabo Romo, Saúl Hernández, Alfonso André, Diego Herrera y Alejandro Marcovich (recién integrado a Caifanes en ese entonces). Un aspecto que enriquece al ya de por sí magnífico relato de Velasco es el material fotográfico incluido: imágenes de la infancia y juventud de los 5 Caifanes que todos los fanáticos de esta banda deberían ver.
Durante el periodo de gestación de este libro, Caifanes se encontraba asimilando lo logrado con su primer material, Caifanes I, el cual impactó el mundo del rock nacional, además, en ese entonces Alejandro Marcovich se acababa de integrar a la banda, por lo que el momento que vivían los 5 Caifanes era un tanto convulso, pero rico en energía.
En “Una banda nombrada Caifanes” podemos apreciar el estilo que Xavier Velasco dominaría años después en sus columnas y novelas, estilo y técnica que lo llevarían a ganarse el Premio Alfaguara (2003), a vender millones de copias y a ganarse la admiración de miles de personas.
El libro fue terminado de escribir en enero de 1990 y se hizo un tiraje de sólo 3000 copias, por lo que hoy conseguir un ejemplar original es casi imposible, convirtiéndose en una obra de culto de la literatura mexicana.
“Los temblores del bajo, guitarra embarrando acidez sobre el monte del que cuelga un Cristo traicionado, sax ebrio de los sudores de una puta en agonía, platillos en llamas, redobles como palabras, un canto choca contra el techo: ‘nun ca na die me po drá pa rar.’”
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