Odio Fonky es un disco fruto de la mancuerna de José Manuel Aguilera y Jaime López, en el que se encuentra uno de los clásicos del rock mexicano: “Chilanga Banda”.
Hay álbumes que, por diferentes circunstancias, se convierten en los llamados “discos de culto”, obras que no alcanzan el éxito comercial ni su respectiva difusión, pero que sí logran gran trascendencia e influencia, la cual se esparce poco a poco, pero de manera constante. Uno de estos discos de culto, de los más significativos del rock mexicano, es Odio Fonky, tomas de buró.
Este proyecto es el fruto de la mancuerna formada por 2 de los mejores compositores del rock nacional: José Manuel Aguilera y Jaime López.
El material de este disco se realizó casi de manera artesanal, siendo producido por ambos músicos.
El disco salió a la luz en 1994, logrando un impacto enorme generado prácticamente de forma subterránea.
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Este es un álbum crudo, contundente y alejado de lo convencional. En Odio Fonky, tomas de Buró apreciamos letras inteligentes, a veces festivas otras veces dolorosas, en las cuales retrata la realidad que les rodea, específicamente la que se vive en la ciudad, en la noche.
Odio Fonky es musicalmente inclasificable, del blues pasa al rap, al danzón, luego al rock, resaltando el que, a pesar de tanta fusión se mantiene un estilo a lo largo del disco.
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Destacan canciones como “Chilanga banda” (sí, esta canción no es original de Café Tacvba, sino obra de Jaime López), “La misma vieja canción”, “Tatuaje”, “Nadie da por nada su corazón”, entre otras.
Odio Fonky es, claramente, un disco clave dentro del rock nacional, pues ayudó a crear una identidad, además de comprobar que lo más importante a la hora de hacer un disco, más que una disquera, apoyo de los medios, equipo de primera, es el talento, inteligencia, sentimiento y honestidad.