Si el actual mundo del rock se dice que está lleno de excesos y excentricidades, hay que decir también que más bien parece un kínder, comparado con la escena rockera de finales de los sesentas y principios de los setentas.
En esa época la vida de un músico de rock era una vorágine de excesos, en donde el lema de “sexo, drogas y rock and roll” se aplicaba al pie de la letra con sumo fervor.
En este ambiente se gestaron algunas anécdotas impactantes, muchas ellas distorsionadas con el paso del tiempo, resultando difícil determinar qué fue verdad y qué ficción.
Una de las anécdotas más bizarras y controversiales la protagonizó Led Zeppelin.
Se dice que la banda creadora de “Stairway to heaven”, durante una gira por Estados Unidos, dio un concierto en la ciudad de Seattle, Washington, en julio de 1969.
Durante su estadía en esa ciudad, Led Zeppelin se hospedó en el hotel Edgewater Inn, famoso por estar justo en un muelle, dando las ventanas directamente hacia el mar, por lo que los huéspedes podían pescar desde las ventanas de sus cuartos.
Este hotel era el preferido de la mayoría de las bandas de rock de aquella época, por lo que era merodeado por las groupies.
La leyenda cuenta que una de estas groupies, una chica de 17 años llamada Jackie, entró a una habitación con los miembros de la banda, y estos la ataron a la cama y empezaron a usar un tiburón (pequeño, supongo) como juguete sexual, introduciéndolo en la vagina y ano de la mujer en cuestión, situación sumamente excéntrica, extraña e increíble.
El mito creció de inmediato y el escándalo también; el aura de excesos que poseían Jimmy Page, John Bonham, John Paul Jones (éste era el más tranquilo de la banda) y Robert Plant era muy grande, por lo que la mayoría del público tomó como cierto el hecho, a pesar de que el cuarteto se mantuvo reacio a hablar al respecto.
Únicamente Robert habló sobre eso muchos años después, negando el hecho, considerándolo como un rumor falso.
¡Vamos! Fue tal el rumor, que el mismo Frank Zappa hizo una canción al respecto, ya que varias groupies le habían hablado sobre ese suceso. La canción se llama “The Mud Shark”.
Muchos años después, ya en los 90’s, hubo certidumbre al respecto. Richard Cole, manager de giras de Led Zeppelin, rompió el silencio y declaró que el hecho fue real, pero que se exageró en los detalles.
Aseguró que en ese suceso participaron él, John Bonham, baterista de la banda, y Mark Stein, tecladista de una banda abridora, llamada Vanilla Fudge.
Mencionó que al estar en el hotel mencionado, llegaron varias groupies dispuestas a todo, y que en determinado momento, ataron a Jackie a la cama y sí, le introdujeron un pez por la vagina, pero no un tiburón sino un pargo (pez parecido al huachinango).
Cole agregó que lo más cómico era que Jackie era pelirroja, y que por ello el pez hacía juego con su vagina, indicando además que esto no se hizo en contra de la voluntad de la groupie, quien en ningún momento se quejó de nada.
Incluso mencionó que todo esto lo grabaron con una cámara, aunque jamás se ha filtrado la grabación de tan bizarra práctica.
Así, pues, queda para la posteridad una de las anécdotas más extrañas en la historia del rock, la cual ayudó a aumentar la fama oscura y desmadrosa de los miembros de Led Zeppelin.
