Korn dejó sin aliento a los asistentes del Auditorio Banamex, que eufóricamente cantaron todos los temas de la banda lidereada por Jonathan Davis.
El concierto empezó puntual con la banda de la Ciudad de México Cathleen, agrupación que se encargó de iniciar la intensa jornada musical en el Auditorio Banamex. Este es un grupo sumamente interesante y suena bastante bien elaborada su música, que por cierto van a estar tocando la próxima semana en Monterrey, presentando su nuevo disco llamado Virus.
En el lapso de cambio de instrumentos los asistentes aprovecharon para su sesión de selfies, mientras se llevaba a cabo la prueba de sonido de Korn. Fue justo a las 10 en punto, cuando la banda salió al escenario ante la euforia de los asistentes; a los pocos segundos su clásico “Blind” se empezaba a escuchar en el Auditorio Banamex, la banda sonando espectacular, el publico respondiendo cantando cada coro, volviéndose esto la locura.
Sobre el escenario amplificadores blancos, una manta gigante con el logo de la banda de fondo, la batería en la tarima y el ya conocido stand del micrófono de Jonathan Davis adornaban el stage.
Canción tras canción la euforia de los asistentes se dejaba ver: gritos, cerveza volando, hasta no faltó el vato que le gritara “TE AMO” al Davis. La banda dejó el stage por un momento y regresó Jonathan Davis con su gaita, dejando sonar las notas del intro de Shoots and Ladders, causando los gritos de la gente en todo el auditorio.
Se vino el solo de batería de Ray Luzier, el demostró sus habilidades en su instrumento, el cual aporta gran parte del sonido de Korn. Cabe mencionar que el sonido de Brian “Head” Welch y Munky (los guitarristas) de la banda a pesar de traer 7 cuerdas cada acorde se escuchaba claro y poderoso, sin opacar las líneas del bajo de Fieldy.
Chavas arriba de los hombros, chavos haciendo crowd diving y Korn enmarcando la noche, sin duda la mejor noche para los fans de la banda. Uno de los momentos más altos del concierto fue cuando la banda ejecutó “Antoher brick in the wall”, con la cual los miles de asistentes se unieron a una sola voz.
Si bien muchas personas dudaban de cómo estaba sonando la banda actualmente, Korn dejó claro el por qué ha regresado a los mejores escenarios, demostrando sus poderosos riffs, ese bajo que tritura las entrañas y la voz de Jonathan Davis suena como en sus años de gloria.
El momento relax de la noche empezó con una canción instrumental que hizo calmar a los asistentes para hacerlos explotar con la grandiosa “Freak on a Leash”, con la que el público continuó disfrutando de la brutalidad sónica de Korn, culminando así su presentación en Monterrey con un público volcado totalmente con la banda.
El único punto malo del concierto fue que nos quedamos esperando el vaso conmemorativo, de ahí pa’l real, pues todo bien.
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