Bien se dice que de cualquier cosa puede hacerse una buena canción. ¿Se imaginan tener como tema central de una canción no al amor, no al dolor, no al sufrimiento, sino a un accidente? Esto fue lo que hizo Deep Purple con la famosísima rola “Smoke on the water”.
Resulta que el 4 de diciembre de 1971, el virtuoso Frank Zappa se encontraba dando un concierto en el famoso Casino Montreux, ubicado en Suiza, el cual ha sido sede desde los 60’s del gran Festival de Jazz de Montreux, el cual ha convocado a los mejores artistas de jazz, blues y rock de todos los tiempos.
Los integrantes de Deep Purple se encontraban en el lugar, puesto que un día después iniciarían en ese mismo lugar las labores de producción del disco Machine Head.
El concierto de Zappa iba muy bien hasta que, de repente, un sujeto del público arrojó una bengala encendida por los aires, la cual fue a dar al techo del casino, originando un incendio de dantescas proporciones.
Esta estupidez hizo que el Casino Montreux, construido en 1881, quedara en ruinas (años después fue reconstruido y hoy en día sigue en pie. ).
Te puede interesar: “El Hoyo”: la película que está causando controversia en Netflix
Las imágenes del incendio infernal, la gente corriendo y el denso humo flotando sobre el Lago Lemán (Lago Ginebra o Geneva) fueron tan impactantes que, de inmediato, los integrantes de Deep Purple decidieron hacer una canción hablando de este incendio e incluirla en el disco que estaban por preparar, el portentoso Machine Head.
La letra es concisa y de inmediato te lleva a vivir ese infernal incendio, gracias a su claridad y calidad.
Musicalmente es impresionante: impacta cómo la simpleza de esta canción la hace una obra maestra.
La base rítmica, obra de Roger Glover en el bajo y de Ian Paice en la batería, es inmejorable y más que contundente; Jon Lord da cátedra en el órgano, luciendo en cada momento en el que se hace presente; Ritchie Blackmore crea aquí uno de los riffs más populares, distintivos y poderosos de todos los tiempos, regalándonos además, grandes solos; por su parte Ian Gillan luce su poderío vocal y su capacidad interpretativa.
Smoke on the water de Deep Purple es una de las obras cumbre del rock, pasa el tiempo y su vigencia no se pierde, suena igual de poderosa y fresca que como cuando surgió, en 1973.
Deja tus comentario
0 comentarios