Si algo caracteriza a Eddie Van Halen además de su virtuosismo es su sonrisa. El legendario guitarrista acostumbra a siempre dar muy buena cara y sonreír, lo que lo hace aparentar ser un tipo muy amigable.
Sin embargo hubo alguien que lo sacó de sus casillas y lo transformó en Rambo: Fred Durst.
Todo esto salió a relucir con la publicación del libro fotográfico llamado “Eruption in the Canyon: 212 Days & Nights With the Genius of Eddie Van Halen”, obra de Andrew Bennet.
En este libro se encuentran algunas fotografías e historias de Van Halen durante los años 2004 y 2007, momento en el que Bennet estaba trabajando documentando el trabajo de la banda en el estudio, documental que finalmente no pudo ser publicado porque al grupo no le gustó el resultado.
En fin, en el libro de Bennet se encuentra una anécdota que resulta impactante, sorprendente y, por qué no decirlo, hilarante.
¿Van Halen estuvo a punto de unirse a Limp Bizkit?
Cuando Wes Borland dejó Limp Bizkit, Fred Durst y compañía se dispusieron a realizar audiciones para encontrar a un nuevo guitarrista.
En ese lapso de tiempo, Fred y Eddie Van Halen se conocieron en una fiesta y un empresario discográfico les sugirió que trabajaran juntos.
A Fred le pareció una broma, tomando en cuenta la historia y gran reputación de Eddie, pero el guitarrista se lo tomó en serio y de inmediato le propuso a Durst comenzar a trabajar y ensayar.
Finalmente las sesiones de ensayo se dieron en una casa de Beverly Hills.
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Eddie se lanzó con tooodo su equipo completo: varias guitarras, pedales, amplificadores y demás artículos de trabajo y las sesiones comenzaron.
Al inicio todo parecía ir muy bien, sin embargo el grupo hizo una pausa ya que los chicos traían ganas de fumar marihuana.
Esto no le cayó nada bien a Van Halen, quien protestó que se haya frenado el ensayo y que estuvieran consumiendo drogas en medio del trabajo.
Fred Durst y compañía no le prestaron mucha atención al regaño del legendario músico y este se fue fúrico hacia su casa; tan enojado estaba que ni siquiera quiso recoger su equipo y lo dejó en el lugar.
Al día siguiente no recibió ninguna llamada de Fred y éste tampoco le contestó el teléfono.
Ante esto Eddie no se quedó de brazos cruzados y se preparó para darle un escarmiento al cantante de Limp Bizkit.
Van Halen alistó un vehículo militar que había comprado en una subasta de artículos bélicos y tomó una pistola cargada y fue a recuperar su equipo musical.
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“Eddie salió en el coche, cruzó Los Angeles y llegó a Beverly Hills. Se estacionó afuera de la casa donde Limp Bizkit estaba ensayando. Salió del vehículo sin camiseta y con una banda de samurái en la cabeza y los pantalones de mezclilla agarrados con una cuerda así como botas militares cerradas con cinta adhesiva. En la mano llevaba una pistola”, relata Bennet en su libro.
“El pendejo (Fred) abrió la puerta. Le puse la pistola en la estúpida gorra roja que lleva y le dije ‘¿dónde está lo mío cabrón?’. Este tipo comenzó a gritarle a uno de sus empleados para que recogiera mi mierda”, le habría contado Eddie al autor del libro.
Según Bennet, “Eddie se quedó con la pistola en una mano y un cigarro en la otra sin dejar de apuntarle a Fred que iba y venía con el material de Eddie para cargarlo en el vehículo de asalto”.
Por el momento ni Fred ni Eddie se han pronunciado al respecto, pero vaya que sorprender imaginar esa escena de Eddie Van Halen transformado en Rambo, fumándose un cigarro apuntándole con una pistola en la cabeza a un sorprendido Fred Durst.
