Más de 19 mil fans disfrutaron en el Estadio Banorte del glam rock de estos dos gigantes del rock.
La noche del martes 21 de febrero el Estadio Banorte se llenó de camisas negras y chamarras de cuero ante el concierto de Mötley Crüe y Def Leppard.
19 mil almas de todas las edades y géneros se dieron cita para presenciar el “The World Tour”, gira ideal para los amantes del glam y el hard rock.
El ambiente fue subiendo de tono progresivamente cada que el reloj iba avanzando.
El encargado de calentar motores fue la banda Ágora, quienes tuvieron un set corto pero sustancioso, en el que destacó la calidad técnica de cada uno de sus integrantes.
Alrededor de las 8:00 de la noche y al son de “Wild Side”, Mötley Crüe apareció en el escenario. El público, ansioso por escucharlos y verlos, gritó eufóricamente mientras sonaban los primeros acordes… esa era la señal: el glam se apoderaba de Monterrey nuevamente.
La velada avanzó con “Shout At The Devil” tema que fue cantado por cada alma reunida en el venue regiomontano.
John 5 a pesar de no ser el guitarrista original, dio cátedra en cada canción que interpretó.
Por su parte, Nikki Six se apoderó del escenario ondeando la bandera mexicana como una muestra de cariño para los presentes y además subió a una fan al escenario.
Se incluyó en el setlist el tema “The Dirt”, el cual le dio nombre a su película biográfica de la cual ciertas escenas se proyectaron durante la interpretación.
Conforme transcurría la noche, el público se tornó cada vez más eufórico y entusiasta, disfrutaban cada tema del setlist que la banda tocó.
Para el tema “Girls, Girls, Girls” aparecieron maniquíes gigantes con siluetas femeninas y además Mötley se acompaño por dos bailarinas sensuales que también eran sus coristas .
El cierre de la banda angelina fue tan grande como ellos mismos y “Kickstart my Heart” fue interpretado por el público.
Así llegaba el turno para los ingleses de Def Leppard. Iniciaron su show interpretando “Take What You Want” y el público, aunque ya cansado, se les entregó totalmente.
A los británicos les bastó solo con las pantallas gigantes que proyectaban su presentación para mantener al público atónito, observando el escenario por la magia que ahí surgía.
Leppard continuó con el ambiente festivo y nostálgico por el recuerdo de los 80’s mientras presentaban temas como “ANIMAL”, “Promises” y “Foolin”.
Sin embargo, quien se llevó la noche fue Rick Allen con un solo de bataca sorprendente (para los pocos que no lo sepan: toca la batería únicamente con un brazo luego de haber sufrido un grave accidente que culminó con la amputación de su brazo).
Así se marcó el comienzo de la recta final del tour con los temas “Hysteria”, “Pour Some Sugar On Me” y “Photograph” , mismos que fueron aplaudidos por todos los presentes.
Así concluyó uno de los mejores conciertos del año en Monterrey, una noche en la que el glam rock brilló en la Sultana del Norte.