El show del Super Bowl XXVII estuvo a cargo de Michael Jackson y se realizó el 31 de enero de 1993 en Pasadena, California.
El legendario show de medio tiempo de Michael Jackson:
El Super Bowl XXVII nos regaló lo que muchos consideran el más épico espectáculo de medio tiempo en la historia de la NFL. El escenario del Rose Bowl de Pasadena, California, se iluminó con la presencia de Michael Jackson durante el receso del enfrentamiento entre los Buffalo Bills y los Dallas Cowboys, el 31 de enero de 1993.
En una contundente victoria de los Cowboys sobre los Bills por 52 a 17, asegurando así su tercer Trofeo Lombardi en la historia de la franquicia, pero las emociones no se limitaron al encuentro de futbol americano ya que lo que Michael Jackson trajo consigo fue una actuación musical que se convirtió en legendaria.
La NFL, tras enfrentar competencia televisiva el año anterior con un especial de la serie “In Living Color”, decidió orquestar estratégicamente conciertos encabezados por reconocidos músicos para robarse la atención en el medio tiempo. La elección indiscutible fue Michael Jackson.
Después de tres intentos para convencer al “Rey del Pop”, Jackson accedió a presentarse en el Rose Bowl y entregó un espectáculo de medio tiempo que eclipsó en audiencia al propio partido.
Durante 13 minutos, cautivó al público con un repertorio que incluyó “Jam”, seguida por los icónicos “Billie Jean” y “Black or White”.
La música no fue el único ingrediente, ya que incluso con su sola presencia congelada y en silencio en el estadio provocó una oleada de furor.
En un emotivo cierre, Jackson compartió el escenario con un masivo coro infantil para interpretar “We Are the World” y concluyó la memorable actuación con “Heal the World”.
La presentación de Michael Jackson atrajo a una audiencia de 133.4 millones de personas, convirtiéndola en uno de los eventos televisivos más vistos en la historia hasta la fecha.
A partir de ahí, todos los artistas que se presentan en este tradicional espectáculo tienen como objetivo el por lo menos acercarse a lo que hizo Michael, algo que pocos han logrado.
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