Caifanes se reencontró el 9 de abril de 2011, durante el festival Vive Latino.
“¿Ya supiste lo de Caifanes?”, me preguntó una persona muy allegada, la tarde del 14 de diciembre de 2010.
Mi respuesta lógica fue: “¿algo relacionado con alguna demanda, pelea o algo así?” – “No, va a haber rencuentro… los 5… y en el Vive Latino del otro año” .
Me quedé pendejo, digo perplejo. No daba crédito a esto. Lo siguiente fue pensar: ¿Saúl y Alejandro hicieron las “paces”? ¿Se olvidaron los rencores? ¿Sanaron las hondas y viejas heridas? ¿O se trataba del maldito/bendito dinero? El punto era que esto era cierto y el furor caifanesco renacía.
Reencuentro de Caifanes en Vive Latino 2011
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Había que estar ahí. Caifanes fue parte importante de mi vida y este sería un momento único: después de casi de 16 años de separación, escándalos y odios, los 5 Caifanes estarían juntos en un escenario, lo cual me generaba un sinfín de expectativas. Y sí: ahí estuve.
El 9 de abril de 2011 llegó y la aventura caifanesca tomó forma. El ambiente afuera del Foro Sol era festivo, todo mundo con la emoción e ilusión a flor de piel, ante el reencuentro de su banda con la banda.
Por momentos la situación se volvió caótica y tensa, ya que ante la falta de boletos mucha gente fue al Foro a tratar de ingresar a como diera lugar, dándose el “portazo”, con todo y enfrentamiento con policías anti motines (me llevé mi respectivo “recuerdito”: un policía me golpeó con su escudo en la espalda, al quedar mis amigos y yo en medio del enfrentamiento).
Finalmente el momento tantas veces soñado llegó cerca de las 10:30 de la noche, pasó lo que nunca creímos posible, el infierno se congeló y los primeros acordes de “Será por eso” rompieron el aire del Foro Sol y 70 mil almas comenzaron a vibrar.
El ensueño continuó con un par más del álbum debut de Caifanes: “Mátenme porque me muero” y “Viento”, ya desde este momento las lágrimas de muchos brotaban sin parar.
Fue impactante ver a Saúl y a Alejandro sonreírse el uno al otro, mientras ejecutaban su música hombro con hombro y a Sabo Romo darle un beso en la mejilla a Marcovich; la magia estaba ahí y la estábamos sintiendo todos: tanto el quinteto como el público… la comunión era total.
La etapa de “El Diablito” fue recreada con “Antes de que nos olviden”, “Dioses Ocultos” y “Detrás de ti”, en donde quedó comprobado que el poderío de los Caifanes estaba intacto.
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Uno de los momentos más prendidos de la noche llegó con “Nubes”, fue exquisito escuchar esas líneas de bajo de Sabo y los riffs de Alejandro conjuntándose de gran manera. Y qué decir de “Piedra”, una de las “perlitas” de Caifanes (“perlita”, por aquello de que no es de las más conocidas por los “fans de moda”, ni la más comercial).
Después de tanta adrenalina e intensidad llegó un momento de paz con “Ayer me dijo un ave”, la cual representó uno de los momentos más emotivos del reencuentro, canción en la que el ambiente se cargó de una vibra tan especial que nunca olvidaremos los ahí presentes.
La onda de “El nervio del Volcán” continuó, ahora con la maravillosa “Aquí no es así”, con Alejandro haciendo llorar esa guitarra Ibanez gris, mientras Saúl cantaba abrazado a él.
La avalancha de emociones siguió con clásicos de clásicos como “Afuera”, “Miedo” y “Nos vamos juntos”, con la cual Caifanes se despidió por primera vez del escenario, ya que regresaron para interpretar 3 canciones más, “El negro cósmico”, “Amanece” y “Hasta morir”, las cuales llevaron al público al éxtasis.
Nuevamente Alfonso, Saúl, Diego, Alejandro y Sabo se despidieron del público, pero minutos después regresaron al escenario del Foro Sol.
La parte final del reencuentro caifanesco se dio con las canciones insignias de la banda. Primeramente sonó “No dejes que”, después “La célula que explota” y finalmente aquella canción que cambió el rock mexicano (les guste o no les guste): “La Negra Tomasa”.
Ahora sí Caifanes se despidió de forma definitiva del Vive Latino. Los 5 Caifanes se mostraron más que contentos, se abrazaron y se miraron con un brillo especial en los ojos.
70 mil personas atestiguamos el reencuentro más impensable del rock en español y la nostalgia se convirtió en emoción del presente.
La reunión contemplaba inicialmente solo un concierto más: un show en el Festival Coachella, el cual rompió récords de taquilla gracias a Caifanes.
Después se dio la noticia de que la banda emprendería una gira, sin tener planes en ese momento de grabar disco.
La gira fue tan exitosa que se postergó hasta nuestros días. El disco nunca llegó, pero lo que sí llegaron fueron 2 sencillos y los escándalos: Alejandro Marcovich salió (o lo echaron) del grupo, dando la banda muy poca información al respecto.
Los dimes y diretes se accionaron y con el paso del tiempo se hicieron cada vez más directos entre los miembros del grupo.
Luego se dio otro escándalo más en 2021, ahora con relación a Sabo Romo quien también dejó de formar parte de la banda, también no en los mejores términos.
Pero creo que esto ya todos lo saben. Prefiero recordar esa noche mágica del 9 de abril de 2011, la noche en la que el rock mexicano triunfó.