Dave Grohl y compañía se entregaron en el escenario principal del Corona Capital
Tres años después de su última visita a la Ciudad de México, Foo Fighters volvió a encontrarse con el público mexicano en un momento importante para la banda, al encontrarse en pleno proceso de adaptación de su nuevo baterista Ilan Rubin.
Fueron los encargados de cerrar las actividades en el día de apertura del festival y no decepcionaron.
La intensidad y emotividad son 2 aspectos clave en los conciertos de los Foo y esto quedó demostrado desde el inicio de su set con la poderosa “All My Life”.
“Times Like These” y “The Pretender” fueron otras de las canciones que sonaron en la parte inicial del show de Foo Fighters y ya desde aquí el furor fue total.
Los conciertos de los Foo Fighters suelen estar cargados de interacción entre Dave y sus fans, lo cual pudimos apreciar en esta presentación, ya que el cantante y guitarrista bromeó y contó anécdotas, además de que en todo momento lució sonriente.
La avalancha de hits continuó con canciones de la talla de “Walk”, “My Hero” y “Learn to Fly”, las cuales no solo acarrearon gritos y movimientos de cabeza, sino también lágrimas de parte de muchos fans.
Dave se dio el tiempo de contar la gran relación de la banda con México y es que recordó cómo los conciertos que dieron en CDMX en 2013 les ayudaron poder solventar “Sonic Highways”.
Los potentes riffs de guitarra y la potente base sonora de los Foo Fighters siguieron brillando a lo largo de casi 2 horas hasta que llegó el final, el cual resultó memorable.
Los clásicos “Best of you” y “Everlong” fueron los marcaron el cierre de este concierto, final apasionado en el que la esencia del rock brilló en todo su esplendor en el Autódromo Hermanos Rodríguez.





