Michael Hutchence y compañía fueron el primer grupo en presentarse en el que a la postre se convirtió en el Auditorio Coca Cola.
A principios de los 90’s no había en Monterrey recintos de calidad para la presentación de artistas de talla internacional, hasta que en 1993 un grupo de empresarios decidió invertirle fuerte al negocio del espectáculo y el recién creado Parque Fundidora fue el espacio elegido para ello.
La creación del Teatro Fundidora
Desde 1993 comenzó a elevarse la inversión en el Parque Fundidora de Monterrey con una gran gama de proyectos, entre ellos el llamado Teatro al Aire Libre.
Para esta obra se inyectaron entre 9 y 13 millones de dólares y aunque se tenía contemplado que quedara lista para diciembre de ese año, no se estrenó sino hasta el año siguiente.
Este teatro se construyó con una capacidad de hasta 22 mil personas: 7 mil personas sentadas bajo techo más una espacio para 15 mil personas de pie, en un área de césped que después se le conoció como “talud”.
Así, semitechado y sin paredes, los inversionistas buscaron un lugar novedoso, versátil, agradable y muy económico, pues un lugar de estas dimensiones completamente techado y cerrado hubiese costado muchísimo más.
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INXS: el grupo que inauguró el Teatro Fundidora
Había muchos rumores en torno al artista que podría “apadrinar” este nuevo venue. Se habló de Maná, incluso de Madonna o Paul McCartney.
Finalmente se logró a firmar a INXS y el concierto de apertura se programó para el 17 de marzo de 1994.
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Los boletos tuvieron un costo de ¡140 nuevos pesos en el primer nivel, 90 en el segundo nivel y 40 en el talud!
En ese momento INXS gozaba de mucha popularidad, eran una de las estrellas del momento, a pesar de que con el disco “Full Moon, Dirty Hearts” (1993) no les fue tan bien.
Michael Hutchence enojado porque lo comparaban con Jim Morrison
A su llegada a Monterrey, Michael Hutchence no anduvo de muy buen humor que digamos, ya que en ese entonces se le comparaba mucho con Jim Morrison y los reporteros mexicanos no fueron ajenos al tema, de hecho lo cuestionaron al respecto.
El cantante de INXS se enfadó, pero de todas formas atendió a la prensa.
“Por favor ya no me comparen con Jim Morrison: él está muerto y yo vivo. Además, él jamás tendrá la clase que yo tengo. Es muy aburrido que la gente siga con esa obsesión de compararme con Morrison. Quiero que mejor hablen de mi personalidad, de lo que yo transmito en el escenario. Yo no necesito de bailarinas, maquillistas, peinadores ni esa clase basura para que mi talento sea reconocido. Nadie tiene el derecho de criticarme, ni siquiera el pobre Morrison que ya está muerto. Quizás (me comparan con él) porque yo le rindo culto al sexo al igual que él, el sexo es parte fundamental en mi vida, es muy hermoso”, fue la declaración que dio Hutchence sobre ese tema.
Después los ánimos se calmaron y el australiano se dijo emocionado por visitar Monterrey.
“Es muy bueno estar en esta tierra, es la primera vez que venimos y siempre es agradable conocer nuevas culturas, además, INXS es como el pionero de los conciertos en México, ya que hace algunos años vinimos a abrir una serie de presentaciones que después estuvieron aquí”, agregó Hutchence.
El concierto de INXS en Monterrey en 1994
Llegó el 17 de marzo de 1994 y así nació el Teatro Fundidora o Teatro al Aire Libre.
Se realizó un acto protocolario al que asistieron autoridades federales, estatales y municipales, así como figuras del ramo empresarial.
Toda esta comitiva hizo un recorrido por el recinto, incluso subieron al escenario y después se bendijo el lugar.
Y ya después de las 21:00 horas arrancó el show.
El ambiente fue de algarabía y emoción, no solo por ver a los australianos, sino por vivir esa gran experiencia musical de estar dentro de un escenario de primer mundo, viendo a una banda de primer mundo, en Monterrey.
INXS confirmó por qué eran en ese entonces unas fieras sobre el escenario, ya que mostraron gran presencia escénica y su capacidad musical.
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Si bien la producción fue austera, la música brilló.
Sonaron algunos de los temas más populares de los australianos, canciones que hoy en día podemos decir que son clásicos del rock, como “Suicide Blonde”, “New Sensation” y la emotivísima “Never Tear Us Apart”, así como otras “joyitas” como “Taste it”, “Disappear” y “Mistify”.
Michael Hutchence lució como el gran frontman que era, derrochó actitud, sensualidad y conecte con el público, y, sobre todo, calidad vocal.
Pero el agasajo musical no se limitó al papel que jugó el cantante, hay que destacar también la delicia de la base rítmica de INXS, conformada por Jon Farriss en la batería y Gary Garry Beers en el bajo.
No desmerecen tampoco el trabajo de Kirk Pengilly, Tim y Andrew Farriss.
Y así de esa manera arrancaron las actividades en el Teatro Fundidora, que a la postre se convirtió en el Auditorio Coca Cola, venue que también pasó a mejor vida para dar paso al Auditorio CitiBanamex.
