Una de las bandas más idolatradas en nuestro país es Iron Maiden.
Los británicos han conseguido a una enorme legión de fans mexicanos, por ello cada que vienen se les ve contentos a los integrantes de la “Doncella de Hierro”, sin embargo uno de ellos tuvo una muy amarga experiencia en la capital del país hace algunos años, me refiero a Nicko McBrain.
Nicko McBrain fue confundido con un vagabundo en un hotel mexicano
Durante la gira de “The Book Of Souls”, Iron Maiden visitó nuestro país en 2016 para dar tres conciertos, el primero en Monterrey el 1 de marzo y dos más en la CDMX, el 3 y 4 del mismo mes.
Durante su estancia en la capital del país en esos días de marzo de 2016, Nicko sufrió el clasismo clásico del mexicano.
Y es que una tarde decidió salir de su habitación de hotel para comer y leer un rato, para así distraerse un poco antes de un concierto más.
Su “pecado” fue haber salido en pijama y calzando un par de tenis desgastados.
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Al salir del hotel fue abordado por varios fans, a quienes atendió, aunque una chica se puso algo intensa y jaloneó de la camiseta al baterista, tal vez por la emoción de tenerlo enfrente, hecho que no le cayó nada bien a McBrain, quien molestó intentó regresar de nuevo al hotel.
El problema fue que el staff de seguridad del establecimiento vio con malos ojos su apariencia (cabello largo y sin usar ropa y calzado de lujo) y lo confundió con un vagabundo, por lo cual le fue negado el acceso.
El baterista de Iron Maiden estaba en verdad encolerizado.
“¡No me jo…! Me están preguntando que quién soy, qué quiero, a quién busco, como si fuera un delincuente. ¡Soy un hombre mayor. Yo sé bien lo que quiero! No les dije nada, ni que me hospedo aquí, pero me enojó eso. Me quejaré”, dicen que dijo Nicko, quien a final de cuentas logró por fin regresar a su habitación, llevándose así un a muy desagradable experiencia.
Cabe señalar que otro músico que pasó por algo similar, aunque no en nuestro país, se trata de Anthony Kiedis, vocalista de Red Hot Chili Peppers, a quien elementos de seguridad confundieron con un fan, justo cuando custodiaban a los Rolling Stones en un hotel de Filadelfia, Estados Unidos.
La confusión terminó con una pelea entre el cantante y un elemento de seguridad.
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