Siguen los problemas legales para Marilyn Manson, quien vuelve a enfrentar a la justicia ahora por un escupitajo.
La vida de Brian Hugh Warner, nombre real de Marilyn Manson, continúa en el ojo del huracán.
Y es que se ha hecho público que el cantante ha decidido entregarse a la Policía de Los Angeles, tras la demanda que hay en su contra por haber agredido a una camarógrafa durante un concierto realizado el 8 de agosto de 2019 en el Bank of New Hampshire Pavilion.
“Gracias a más de 300 mil comentarios y acciones de FB (muchos de ellos ensuciando a nuestra agencia por incluso presentar tales cargos), el señor Warner (Marilyn Manson) se ha obligado a acatar finalmente la orden judicial pendiente, que, a su vez, permitirá que la víctima del crimen pueda hablar en la Corte con el fin de responsabilizar al Sr. Warner por sus acciones”, explicó en un comunicado Anthony Bean Burpe, jefe de policía de Gilford.
Específicamente Manson le escupió a una camarógrafa que fue contratada para la filmación del show; la persona afectada presentó la acusación un día después del concierto y demandó una indemnización de 35 mil dólares.
Al cantante se le fincaron cargos por “ataque simple”, un cargo menor que podría alcanzar una pena máxima de un año.
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Howard King, abogado de Manson, confirmó la decisión de su cliente de entregarse de manera voluntaria para cooperar con las autoridades, aunque rechazó la acusación y exigió que se presenten evidencias de la supuesta agresión y calificó la denuncia como “ridícula”.
Incluso dijo que en su momento pidieron evidencia del daño causado y nunca recibieron respuesta de la parte afectada.
Esto se suma a las delicadas acusaciones en contra de Marilyn Manson relacionadas con agresiones psicológicas, abuso sexual y otras formas de violencia en contra de varias mujeres, denuncias que podrían enviar al “reverendo” a la cárcel.
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