El Mercado Fundadores de Monterrey se convirtió desde hace muchos años en un punto de reunión de amantes del rock.
Monterrey cuenta con varios espacios de gran tradición dentro del ambiente del rock, uno de los que se mantiene en pie es el Mercado Fundadores.
Historia del Mercado Fundadores de Monterrey
A principios de 1992 el Gobierno de Nuevo León anunció el proyecto de construcción del Mercado Fundadores, un espacio ideado para ofrecer a comerciantes un lugar en el cual instalar sus negocios, con gran enfoque en solucionar el problema de ambulantaje en Monterrey.
El proyecto contemplaba un gran espacio de 3 niveles en la zona localizada entre las calles 15 de mayo, Garibaldi y Cuauhtémoc.
Para ello se demolió un antiguo mercado que ahí se ubicaba para crear el nuevo Mercado Fundadores, el cual contaría con 3 niveles, con espacio para 933 puestos, cantidad que se aumentó a mil 143.
La construcción de esta obra estaba programada para concluir en octubre de 1992, sin embargo pasó por varios retrasos debidos a problemas técnicos y económicos, además de que se empalmó la obra de la estación del Metro contigua a este espacio comercial.
Finalmente, a finales de julio de 1994 quedó terminado y comenzó la reubicación de puesteros. Pero todo avanzó mal, ya que el punto nunca se convirtió en un lugar atractivo para los compradores, por lo que los problemas se hicieron presentes.
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El rock en el Mercado Fundadores de Monterrey
Fue desde principios de 1999 cuando el Mercado Fundadores comenzó a ser punto de encuentro de rockeros.
Y es que varias personas vieron en este sitio un lugar para vender e intercambiar artículos relacionados con el rock.
Destaca el papel que jugó Tomás “El Chilango”, intenso promotor de conciertos de metal y comerciante de memorabilia y discos, quien fue el pionero en llevar el rock al “Funda”. Posteriormente llegaron otros personajes y comercios como el bazar Ruidosis, Mr. Talo, Julio Morín y otros comerciantes – promotores de la música, enriqueciendo el ambiente rockero del Mercado.
La verdad es que había muy buen surtido de artículos: ropa (incluyendo lencería rockera), calzado, discos, casetes, vinilos, VHS, DVD’s, calcas, pulseras, collares, memorabilia, boletos de conciertos, entre otros.
Además se abrieron estéticas y salas de tatuajes/perforaciones, además de que se organizaban tours a conciertos y festivales.
El detalle es que no solo había vendimia e intercambios, ya que también se realizaban exposiciones rockeras y tocadas.
Por ahí pasó una gran cantidad de bandas locales, de otros estados de la República e incluso algunas extranjeras.
Necromantical Ritual, Misterium y Proteus Throne, Eddy Hell, Terapia Intensiva, Pulsión, Necronautas, Neanderthal, Kompadres Muertos, Metal Universe, Basura Blanca, Slaiver, La Tenya, Brutal Lulú, Reactor, Ángeles Urbanos, Black Blood Blues, Los Gallos, Círculos de Nada, Motora, Negativo, Graham, Picazos, Gato de Troya, Zona Sur, Mr. Jingle, Héroe Público, Mil y Feria, Tenedores, New Lion, Cráter, Deadly Dark, Aiwass, Undertakers, Chamuco, Thorn Sick, Oncoming Days of Failure, Terasería, Fixation, M.E.J.I.C.O., Thought’s Unity The Altars, Unnecessary Surgery, Thoughts Unity, Derechos Humanos y muchas otras más (una disculpa, imposible mencionarlas a todas).
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De igual forma se realizaron convivencias y firmas de autógrafos con varios grupos de la talla de Angeles del Infierno, Transmetal, Luzbel, entre otros.
De esta manera, el Funda se fue convirtiendo en un refugio para los amantes de varias corrientes afines al rock y “tribus urbanas”: darks, metaleros, punks, emos, skatos, “blueseros” y algunos curiosos.
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Por desgracia la inseguridad se hizo presente en este lugar. Además hubo problemáticas de mantenimiento del mercado, crisis económicas, la pandemia y otras situaciones que llevaron al Mercado Fundadores a sufrir la baja de clientes.
Pero a pesar de eso el Mercado Fundadores sobrevive, con una mayor diversidad de comerciantes y productos, pero el lado rockero aún se vive en ese espacio.
