Anoche Kakkmaddafakka regresó a Monterrey, a casi tres años de haberse presentado por primera vez en la ciudad. El reencuentro con los regios fue en el Foro DiDi.
Fue una noche de mucho movimiento en el Pabellón M, en el mismo día estaban programados dos conciertos a la par: uno en el Auditorio Pabellón M y otro en Foro DiDi. Ya desde la calle se notaba el movimiento de coches y el gentío.
Desde antes de las nueve de la noche, hora en que estaba programado el concierto de KMF, se comenzaron a ver los fans por los alrededores.
Poco después de las nueve y media de la noche, se apagaron las luces y se abrieron las cortinas. Con un escenario sencillo, sin más artificio que el nombre de la banda sobre un fondo rosa en la pantalla y con la Suite No. 1 de Peer Gynt como intro, los músicos fueron entrando uno tras otro: primero Kristoffer (batería), luego Stian “Sti Cobra” (bajo), Sebastian (teclado), Pish (guitarra) y por último, Axel (voz y guitarra).
Y así, minutos después de las nueve treinta de la noche, la velada comenzó con la potencia de “Touching”.
“¡Buenas noches, Monterrey!”, saludó Axel. Y el teclado anunció “Baby”, un tema fresco y bailable que fue coreado por todos los asistentes. A éste le siguió “Galápagos”, con sus exquisitos riffs de guitarra, y luego vino “Neiborhood”.
Axel aprovechó una breve pausa para saludar al público. “¿Are yo ready to party, people?”, preguntó. Y dio paso a “Get go” y “Frecuency”.
Algo que me llama la atención de la banda es que en todo momento, tanto Stian como Pish y Axel, tienen contacto visual con los fans, aprovechan cada instante para la complicidad, incluso hubo un momento en el show en que uno de ellos le arrebató el celular a una persona del público para grabar a la banda, ¡detallazo!
Y así seguimos coreando los temas, “Young you”, “Is she” y “Gangsta”. Pero el momento más explosivo de la noche sucedió cuando el piano y la batería comenzaron el torbellino con “Heidelberg”, canción que fue orquestada por Axel, quien extendió los brazos para que una persona del staff le sacara la camisa. Para entonces aquello parecía un montón de gente brincando sobre una cama elástica. Y es que si algo caracteriza los conciertos de KMF es la energía que proyecta la banda sobre el escenario y el público que se la pasa entre el suelo y el cielo. Después de haber asistido a tantos conciertos, puedo asegurar que nunca había visto a tanta gente saltar y saltar por horas como en los shows de estos noruegos.
Al unísono de “Kakkmaddafakka, Kakkmaddafakka, Kakkmaddafakka”, y para reponernos de la tremenda descarga de adrenalina, aún con el sudor en el cuerpo y la frecuencia cardiaca elevada, vino “Never friends”, un tema relajado y ameno.
Entonces vino una pausa expectante. Casi en la penumbra, los miembros de la banda permanecían inmóviles mientras se descubría una melodía. Pronto los gritos reconocieron los primeros acordes de “Runaway girl” que fue ovacionada. Hasta un brasier se coló al escenario.
Y sonó “Your girl” para aumentar de nuevo y de a poco la potencia, preparándonos así para lo que venía. Axel aprovecho para agradecer al público y compartir lo emocionado que estaba por estar de nuevo en Monterrey. Y de pronto nos vimos sorprendidos por “Restless”, el tema que los catapultó internacionalmente. El suelo vibraba, el público no paraba de saltar.
Luego de una hora de show, la banda salió del escenario, pero apenas dieron la espalda, giraron para regresar ante la demanda del público que repetía “Kakkmadaffakka, Kakkmadaffakka,, Kakkmadaffakka”. El así despedimos la noche con “Naked blue”, “Bailando” (cover de Paradiso) y “Forever alone”.
Fue un recorrido musical por sus más de quince años de carrera, en el que pudimos escuchar temas de sus álbumes Hest (2011), Six months is a long time (2013), KMF (2016), Hus (2017), Diplomacy (2019) y Ontás? (2020).
Breve, contundente y enérgico, así fue el tremendo show que ofrecieron los noruegos anoche en el Foro Didi. ¡Qué descarga de adrenalina!
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