Esta es la crónica de un pandemónium anunciado: furia, incendios, destrozos, agresiones sexuales, heridos, estupideces de artistas, falta de seguridad, improvisaciones y abusos de parte de los empresarios a los fans, fueron parte del caos que se vivió en el festival Woodstock 99.
El festival Woodstock 99 se realizó entre el 22 y 25 de julio de 1999, el cual estuvo marcado por la violencia y la desorganización.
Netflix lanzó esta semana el documental “Fiasco total: Woodstock 99” (“Trainwreck: Woodstock ’99”), una trepidante docuserie de 3 capítulos en la que se plasma a la perfección el antes, durante y después de ese festival, uno de los más caóticos y controversiales de la historia musical, el cual contó con los shows de bandas de la talla de Korn, Red Hot Chili Peppers, Bush, Metallica, Limp Bizkit, Bush, Sheryl Crow, James Brown, Willie Nelson, The Offspring, Rage Against The Machine, Megadeth, entre otros.
“Fiasco total: Woodstock 99”, el impactante documental de Netflix
En este documental se recopilan fotografías y videos del evento, de los preparativos, de las actuaciones de las bandas participantes y también de cómo se fue gestando un infierno en las instalaciones de la base militar abandonada de Rome, Nueva York.
También se presentan testimonios de los organizadores del evento, de miembros del staff de producción y seguridad, así como de conductores, periodistas y fans que estuvieron presentes en este festival.
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Además de lo anterior, destaca el ritmo que le imprimieron al documental: desde el primer minutos capta tu atención al hablar un poco de cómo se creó aquel primer festival de Woodstock de 1969, cómo se relanzó en 1994 (con múltiples problemas también) hasta que se decidió relanzarlo con motivo del 30 aniversario en 1999.
Retratan a la perfección la avaricia de los organizadores, sus errores al improvisar y minimizar la magnitud del evento y una aterradora falta de autocrítica.
Mala logística, seguridad insuficiente, con personal sin experiencia y carente de toda preparación, se sumaron a abusos con los precios de agua y comida, una fuerte ola de calor, baños insuficientes y claro la mala actitud de miles de personas, se conjuntaron para formar un coctel infernal que dejó un saldo de cientos de heridos y varias agresiones sexuales contra mujeres.
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Destacan los testimonios de personajes de la talla de Fatboy Slim, Jonathan Davis, Jewel, quienes hablaron sobre sus experiencia como protagonistas del evento.
Resultan también muy interesantes, más bien inquietantes, las declaraciones de miembros del staff de producción y de seguridad, quienes prácticamente desnudaron la organización del evento exponiendo una cadena de gravísimos errores y sus fatídicas consecuencias: desde la violación de una menor de edad dentro de una camioneta que alguien metió al lugar en donde estaba tocando Fatboy Slim, hasta la destrucción de la torre de sonido, los incendios durante el show de Red Hot Chili Peppers (quienes en lugar de intentar calmar la situación, decidieron tocar “Fire” de Jimy Hendrix), hasta los disturbios posteriores, entre otros momentos de tensión.
Este es sin duda un documental que todos los amantes de los conciertos y festivales musicales deben ver, y no por morbo, sino para ver cómo ese tipo de incidentes cambiaron la industria de la música en vivo hasta llegar a los festivales y conciertos que ahora se hacen en todo el mundo, pero sobre todo para no repetir una experiencia como la que se vivió en Woodstock 99.
